Siglo XXI: un argumento en contra del entrenamiento "funcional"
Existe hoy en día una tendencia del marketing del ejercicio que lo publicita como "funcional": bajo este nombre, se promete bajar de peso, aumentar la masa muscular, la libido y alcanzar el nirvana. En el mundo de hoy, decir que el ejercicio es funcional se queda corto, pues debemos decir para qué es que efectivamente funciona.
Eres fuerte, ágil y vives en una cueva. Durante los días cazas y por las noches comes, bailas y te preparas para el día siguiente. Aunque nunca "te ejercitas", tu vida es movimiento. Durante miles de años el hombre dependió de sus habilidades físicas para sobrevivir. Con el reemplazo de la labor humana por las herramientas, los animales y la tecnología, el cuerpo del hombre se volvió secundario: había llegado el tiempo de la mente.
Hoy en día, en pleno Siglo XXI, la misma existencia del cuerpo se ha puesto en tela de juicio. En nuestro desarrollo, llegará un punto en el cual podremos fusionar nuestras mentes a aparatos que hagan que seamos pensamiento puro, sin necesidad de un cuerpo que cargar y soportar. Con esto, se cumpliría el ideal platónico de llegar a un paraíso de ideas. Al envejecer ocurre un fenómeno muy contradictorio: mientras la mente es como el buen vino que con los años es cada vez mejor, el cuerpo va decayendo, y en un momento se lleva consigo a la mente. Por esto, una mente humana unida a un cuerpo de máquina sería la nueva raza de humanos que podría transcender el poco tiempo de vida que actualmente gozamos.
En fin, levantar cientos de kilos o poder realizar un triatlón tiene una utilidad muy cuestionable cuando ya no vivimos en el mundo animal, la tecnología ha hecho que la supervivencia ya no sea una angustia para el hombre y su vida ya está hasta cierto punto garantizada.
Entonces, por qué lo hacemos? A esto hay que responder de la misma manera en que lo hizo un científico europeo cuando intentaba encontrar apoyo en el Congreso de Estados Unidos para un gran proyecto tecnologico. Frente a la pregunta de un senador por la utilidad del proyecto en términos de defensa nacional, el científico respondió: "No creo que tenga ninguna relación directa. Sólo tiene que ver con el respeto con el cual nos consideramos uno al otro, la dignidad del hombre, nuestro amor por la cultura. Tiene que ver con las buenas pinturas, las buenas esculturas, y los grandes poemas, es decir todas las cosas que veneramos y de las cuales nos sentimos patrioticos. Directamente, no tiene que ver nada con la defensa de nuestro país sino con hacer que valga la pena defenderlo".
En la vida aprendemos mil y una cosa que no nos sirven para la supervivencia. En mi colegio, le preguntábamos al profesor de matemáticas para que servía saber integrales en la vida, y el respondía "para hacer cajas". Su respuesta era forzada, pues hay cosas que no deben servir para nada, pero que aprendemos porque tenemos un cerebro que es capaz de ello y porque a través de ellas podemos desarrollarnos como personas.
El ejercicio nos ayuda a crear disciplina y compromiso, aumenta nuestra capacidad de estrés, nos reconecta con nuestro cuerpo y nos mantiene en la salud: en el fondo del asunto se encuentra una verdad: mientras tengamos un cuerpo, el ejercicio es totalmente benéfico para nuestro crecimiento. No hagas ejercicio porque crees que te va a ayudar a sobrevivir, pues no es así, sino porque lo disfrutas, y verás que tu vida transciende la supervivencia y entra en el campo del bienestar y de la expresión!
