top of page

Podemos vivir sin ser actores?

En el artículo Haciendo de la vida una obra de arte, vimos cómo existe hoy en día una clara tendencia a vivir la vida sólo para contarla.


La verdad es que este debate es mucho mayor, pues tiene que ver con la pregunta de si el ser humano puede vivir sin ser un actor. En La insoportable levedad del Ser, Kundera habla de que todos los seres humanos somos actores. De hecho, la palabra persona, viene del latín personae, que era la máscara que utilizaban los actores en una obra de teatro.


El primer tipo de actor es quien actúa frente a la masa de conocidos. Es la persona que siempre cuida de sus amigos, su familia, su perro y su gato. El segundo tipo de actor actúa para la masa de desconocidos. Es el amante de la fama: quien piensa que personas que él no conoce están viendo sus acciones, pendientes de su vida, y vive su vida en consecuencia. El tercer tipo de actor actúa para el ser amado: aquél amante furioso que hace todo porque su querida esté bien y tenga un buen concepto suyo. El último tipo de actor actúa para un ser imaginario: como este surge de su propia imaginación, en realidad lo que hace es actuar para sí mismo. Son los poetas, artistas y bohemios que no les importa mucho lo que la gente diga, sino tener la conciencia tranquila.


Ahora bien, podemos vivir sin ser actores? Lo malo de ser actores es que poco a poco empezamos a fingir para satisfacer las exigencias de otro, y pronto somos más que esclavos intentando mantener una imagen.


Lo que tenemos que entender es que todas las formas de actuación son, en realidad, imaginarias. Tanto la persona que actúa para sus amigos como quien lo hace para sí mismo, tienen en su cabeza imágenes de un observador (el amigo, el desconocido, el ser amado, etc) y un observado (una imagen de lo que creen "ser", aquél ideal de quién soy yo, ya sea definido por mi nacionalidad, mis cualidades físicas, mis capacidades para tocar piano, en fin, cualquier tipo de idea sobre quién soy yo).


El objeto observado adquiere las características que espera el observador, y en nuestra mente se van formando verdaderas jerarquías entre imágenes, en donde una observa a las otras (aquél centro que llamamos el yo, o el ego). Por ejemplo, estamos hablando con nuestra madre y, de repente, llega un pensamiento de cómo sería si nuestra madre muriera. ya que, por alguna extraña razón, las personas en algún momento siempre han deseado la muerte de las personas que aman. Entonces, frente a este pensamiento intolerable, nuestro ego reacciona con sus soldados de la batalla: los pensamientos.


Según Jiddu Krishnamurti, el ego es el movimiento del pasado. Qué significa esto? Vas por la calle, y te dan ganas de bailar la bamba. Este pensamiento puro representa lo nuevo, es la vida planteando un reto, un campo en donde podemos expandirnos y explorar. Sin embargo, la inmediata reacción de nuestra mente es decir cómo se te ocurre! Bailar es la calle es vergonzoso, qué diría la gente? Qué tal que tu mamá te viera? Y si bailas mal? Mejor espera a que llegues a la casa. Todo este movimiento mental es lo viejo, es decir, nuestra ideología y condicionamientos mentales que, si no son superados, no nos dejan avanzar de nuestro reducido espacio mental.


Tomemos, por ejemplo, una situación en la cual estás bailando con una niña y tienes deseos de besarla. Este deseo es lo nuevo y por tanto lo que está vivo, es un sentimiento muy latente y que lo puedes sentir en tu cuerpo, todo tu ser te lo está pidiendo. Contra esto, tu ego reaccionará diciendo que no debes besarla, que es imprudente, inmoral, bla bla bla. Este es el movimiento del pasado, pues se ha construido a partir de experiencias pasadas, tu crianza en un sistema de valores específico, tu pertenencia a cierta religión, país, tus opiniones, en fin, todo el contenido de lo que solemos llamar el yo.


Lo que tenemos que darnos cuenta es que ese "yo" es muy reducido. El yo se construye de pensamientos. Alguna vez has pensado algo sin utilizar el lenguaje? No lo creo. Como lo argumentó Ludwig Wittgentein, allí donde hay pensamiento hay lenguaje, y viceversa. Entonces, puedes pensar sobre todo? Lo dudo, pues el pensamiento siempre es parcial, nunca total, siempre necesita categorizar la realidad, que no viene en paquetes sino como un todo. El ego es la reacción de la mente que constantemente busca la seguridad, por lo que necesita una base estable e inamovible, un centro desde el cual juzgar todo y organizar su vida. Este centro es el controlador, el disciplinador, el que mantiene la coherencia, la convicción, por lo que hace cuando surge un pensamiento nuevo es traducirlo a su propio lenguaje.


Entonces, lo que tenemos que entender es que en la mente se forma un observador y un observado o, si se quiere, un pensador y un pensamiento. Entre estos dos hay verdaderas relaciones de poder y sobretodo atracción y repulsión, fuerzas que hacen que algo entre o salga del centro, del "yo".


Sin embargo, si se ve muy claramente, este centro también está formado de pensamientos. Por ejemplo, mi centro se constituye de mi religión, mis opiniones políticas, mis condicionamientos escolares, mis enseñanzas cuando joven, es decir, todas imágenes que se agrupan alrededor de un centro que, si se ve, NO tiene contenido. Si no pudieras hacer referencia a ninguna idea, cómo podrías definirte? No tendrías un nombre, unas características de personalidad, una nacionalidad, un cierto tipo de pensamiento, sino que serías nada. No existe algo así como la esencia del ego, sino que es la sumatoria de todas las imágenes que se han agrupado alrededor de él y que, sin ellas, no existe algo como el ego.


Por esto, el pensador Jiddu Krishnamurti ha dicho "El observador ES lo observado" o "El pensador ES el pensamiento". Ya que este pensador o el observador (es decir, el ego) se construye a partir de pensamientos y cada vez que piensa O que observa, se vuelve a crear. Sin pensamiento o sin observación, no existe el observador, el pensador, el ego.


Una vez entendido esto, podemos responder a la pregunta inicial. Podemos vivir sin ser actores? La única forma es viviendo sin ideas, sin un centro desde el cual se organiza todo, no sin pensamiento, sino sin pensador, sin algo que creamos inmutable, sin el ego. Para esto, la meditación.

Featured Posts
Recent Posts
Follow Us
No hay tags aún.
Search By Tags
Archive
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page