Tenemos el peso de ser leves
En su libro La insoportable levedad del Ser, Milan Kundera plantea lo que para él es la dicotomía humana más importante: la levedad y el peso. La levedad puede ser equiparada a la libertad y el peso a la responsabilidad, no porque sean sinónimos, sino porque la libertad se siente leve y la responsabilidad se siente pesada. Es la misma sensación de lo leve y lo pesado lo que define cada uno de estos estados.
Para Kundera, el eterno retorno de Nietzsche es la carga más pesada. Según este mito, todo lo que vivimos ha retornado y retornará eternamente, lo que hace que cada acto adquiera una transcendencia enorme, pues se vivirá una y otra vez. Esto hacía que el hombre no pudiera ser leve, es decir, su vida adquiría una conciencia de sí misma tan grande que ponía sobre el hombre la gran responsabilidad de vivir una vida que valiera la pena.
Para mí, la levedad y el peso tienen una solución: si nuestra vida fuese totalmente leve, cada acto sería tan volátil como el viento, no tendría transcendencia ni ninguna clase de responsabilidad. Esto llevaría a que dejara de importarnos el vivir bien, ya que todo es banal, todo cambia y muere, y nada tendría sentido.
Por otra parte, si sólo existiese el peso, su gran carga sería tan pesada que ni siquiera nos podríamos mover. Crees que correrías alegremente por el pasto sabiendo todas las hormigas que pisas? Crees que le dirías no a una persona que te pide prestados varios millones si supieras todo por lo que ha pasado y tendrá que pasar? La información es útil, pero debemos ser un poco ignorantes si no queremos caer en la inmovilidad total.
Por esto, creo que tenemos el peso de ser leves. Lo que esto significa es que tenemos la responsabilidad total de hacer nuestras vida leves. Si tuvieras que vivir esta vida una y otra vez, no la harías tan leve como fuera posible? No harías de cada momento uno de libertad, de conexión, de tranquilidad? En una palabra: Tenemos la responsabilidad de ser libres.
