Modificando nuestra estructura corporal: porqué debes comer sin remordimientos
Dietética-segunda parte
Ahora que sabemos qué comer, podemos determinar cuánto comer. La fórmula para subir o bajar de peso es sencilla: gastamos más calorías de las que consumimos y bajamos de peso; consumimos más calorías de las que gastamos y subimos de peso. Como la edad, la estatura y el peso determinan el metabolismo basal, que es cuántas calorías gastamos en un estado de reposo, las personas jóvenes no tienen problemas para mantenerse delgados, o con poco ejercicio lo pueden lograr, mientras que con la edad hay que prestar más atención a los detalles. Entonces, si queremos bajar de peso, debemos aumentar el gasto de calorías o reducir su consumo. Personalmente, recomiendo la primera opción pues es mucho más fácil, sustentable y saludable, ya que centrarse en reducir el consumo de calorías puede llevar a problemas fisiológicos, sociales o psicológicos (una obsesión con contar calorías).
Formas de aumentar el gasto calórico:
-Moverse. Desde usar las escaleras hasta hacer crossfit o yoga, cualquier tipo de movimiento no sólo nos ayudará a bajar de peso, sino nos dará una contextura más atractiva e impactará nuestra salud y confianza de forma positiva.
-Dormir más. El cuerpo consume muchas más calorías mientras dormimos que mientras vemos televisión, pues está reparando todo por dentro. Además, hoy en día la mayoría de personas tienen una deuda de sueño, lo que incrementa el apetito y dificulta la pérdida de peso.
-Tomar té verde o rojo. Estos dos tipos de tés aumentan el metabolismo y ayudan a quemar calorías, pero no debemos tomarlos después del almuerzo o afectarán nuestro sueño y causarán más daño que bien.
-Pensar en problemas estimulantes o jugar juegos tipo sudoku. El cerebro consume más del 20% de la energía del cuerpo. Es más, la pereza ocurre cuando el gasto calórico de una acción es demasiado alto para que el cerebro la realice. Utiliza el cerebro para resolver crucigramas, problemas matemáticos o un sudoku!
Formas de reducir el consumo calórico:
-Eliminar todas las bebidas que no sean agua o té. Un café de vez en cuando no está mal, pero es una bebida adictiva que no trae beneficios a la salud como el agua o el té. Con sólo eliminar gaseosas, estarás mucho más cerca a la pérdida de peso. Los jugos exprimidos han perdido su valor nutricional, si quieres glucosa, cómete una papa, y si quieres vitaminas, ve y muerde una fruta.
-Aprende a reconocer los signos de llenura. En el momento de la comida, normalmente cuando la persona se retira del plato y toma un respiro, es porque está llena. Otro tip es no tomar bebidas durante la comida, y parar de comer en el momento en que la sed sea más fuerte que el hambre.
-Haz de la comida un momento agradable y concéntrate en lo que haces. Cuando vemos tv al comer, podemos acabarnos tres pizzas y no nos hemos dado cuenta! "Cómete tus bebidas y bébete tu comida", dice un proverbio asiático, que significa que debemos masticar la comida como si fueramos rumiantes antes de pasarla y saborear las bebidas antes de tragarlas, pues la digestión empieza en la boca con la salivación.
-Mientras cuánto comamos determinará nuestro peso, nuestra contextura la determinará qué tipo de alimentos comamos. Es posible comer más proteínas y grasas (saludables) sin engordarnos. Los carbohidratos, al ser energía pura, son los principales responsables de nuestros cambios de peso. Es importante reducirlos paulatinamente para no descompensarnos.
-Sé selectivo con lo que comes. Si sabes que, según tu tipo metabólico, debes comer un carbohidrato por comida, escoge entre el arroz o el rico postre de nutella, pero no te comas los dos. Al final del día, es una suma y resta de cosas, así que si fuiste y disfrutaste de una pizza, un brownie o cualquier cosa de este estilo, no importa: ya sabes que en tu próxima comida debes compensar comiendo menos carbohidratos.
La parte mental es crucial y no debemos obsesionarnos con la comida. Si sólo te concentras en una cosa, por ejemplo en disfrutar mucho los sabores de la comida, notarás que comes menos pero te sientes más saciado y, sin ningún esfuerzo, bajarás de peso.
Si por alguna condición especial debes contar calorías, te sugiero que cuentes las calorías por semanas y no por días. Así, si un día comiste mucho o muy poco, los otros días puedes compenzarlo y será mucho más tranquilo.
Comer sano no significa volverse un obseso con la comida: lo que importan son nuestro hábitos. Personas como la Roca, reservan UNA COMIDA de la semana, que puede ser el viernes o el sábado, para comer todo lo que deseen. Mira la foto de uno de los famosos días de trampa de Dwayne Johnson!
Buenas meriendas!
